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Conozca a Moi: Un hombre que promueve la educación de las niñas con discapacidad en Kenya


 
“Crecer con una discapacidad es de por sí bastante difícil. Además de esto, en numerosas culturas, ser una niña con discapacidad es considerado también un tabú. Mi sexo constituye un inconveniente… sobre todo en la escuela”.
Maria Njeri, representante de jóvenes, Kenya

Moi es un tutor que trabaja en favor del cambio de comportamiento en lo relativo a la importancia de la educación de las niñas con discapacidad ante los miembros de su comunidad, fundamentalmente los padres, en el subcondado de Kuria Este.

Según el documento promocional recientemente elaborado por la UNGEI y Leonard Cheshire, Leave no girl with disabilities behind [Que ninguna niña con discapacidad quede rezagada] (solo en inglés), nueve de diez niños con discapacidad son excluidos de la educación formal en los países en vías de desarrollo, y las niñas con discapacidad, aunque tengan los mismos derechos que sus compañeros masculinos y que las otras niñas sin discapacidad, constituyen uno de los grupos de educandos más excluidos. Esto afecta a las mujeres con discapacidad más adelante en sus vidas, de las cuales solo el 1% está alfabetizada en el mundo.

Moi, junto a otros 250 padres, recibió una formación como mentor de alumnos en el marco de un proyecto de Leonard Cheshire. Estos consejeros tienen la misión de sensibilizar a los demás hombres de la comunidad en lo relativo a los derechos y las necesidades de las niñas con discapacidad, en particular a su derecho a beneficiarse de una educación.

La transformación de los comportamientos de las comunidades y la lucha contra la estigmatización de las niñas con discapacidad pueden significar mucho, sobre todo en materia de educación. En la comunidad de Moi, son corrientes las desigualdades entre géneros y existen numerosos casos de mutilaciones genitales femeninas (MGF, por sus siglas en inglés). Tampoco se considera a la educación como una prioridad y numerosas niñas con discapacidad se casan de manera precoz.

Moi ha trabajado para transformar el papel que desempeña el padre en materia de educación y pudo también luchar contra la discriminación que padecen las niñas con discapacidad por parte de otros miembros de su propia tribu. “Son las personas que tienen nuestros conocimientos quienes tienen la responsabilidad de ayudar a nuestras comunidades”, declaró Moi, al reflexionar sobre la repercusión que tiene su papel de mentor entre sus amigos y vecinos. “Debemos poner en práctica lo que predicamos”.

¿Qué cambió para Jane y Samuel?

Jane y Samuel son una pareja de jóvenes de la comunidad de Moi. Este los orientó, mostrándoles las ventajas de la igualdad de género, la educación de las niñas y cómo compartir las responsabilidades domésticas. “Me convertí en una esposa moderna con una familia moderna”, declaró Jane, quien considera que su matrimonio ha quedado transformado para siempre y para mejor.

Después de que asistió a las sesiones de formación como mentor junto a Moi, Samuel participa en los quehaceres domésticos y le pide a Jane su opinión en todas las decisiones relativas a la pareja. Jane tiene muchas más oportunidades de opinar sobre los temas relativos a la familia. Samuel pone cuidado también en no limitarse a las “obligaciones masculinas”. Asume un papel mucho más activo en la educación de sus hijos y acompaña a Jane en el empoderamiento de su hija de 14 años de edad, para que gane confianza en sí misma y se vuelva independiente. Ahora entienden los peligros de la mutilación genital femenina (MGF) y quieren que ella siga su propio camino. 

Con el apoyo de Leonard Cheshire, Moi sigue promocionando la igualdad en su comunidad y gracias a su acción las parejas empiezan a abandonar los comportamientos excluyentes y las prácticas nefastas hacia las niñas con discapacitad y las niñas en general. Actualmente Moi lleva a cabo una campaña en favor de la educación de todas las niñas, con o sin discapacidad.

La influencia de Moi ha demostrado el poder que tienen los hombres cuando se implican en favor de la igualdad de género en la educación. El resultado es un futuro mejor para las mujeres y las niñas, y un papel más sano y comprometido para los hombres.

El proyecto de Leonard Cheshire forma parte del modelo de educación inclusiva financiado por el programa “Girls’ Education Challenge”. Fue creado a partir del hecho de que casi todas las personas que se ocupan de los niños con discapacidad son mujeres y de que la mayoría de las personas que asisten a las reuniones y a las formaciones son también mujeres. En efecto, existía una creencia muy extendida según la cual los genes de la madre eran los responsables de la discapacidad y que, por esta razón, sobre esta recaía la responsabilidad de ocuparse de los niños con discapacidad.

La Coalición Mundial para la Educación COVID-19 de la UNESCO, de la que Leonard Cheshire y la UNGEI son miembros, se creó al inicio de la pandemia de COVID-19 como plataforma de colaboración e intercambio con miras a proteger el derecho a la educación durante esta crisis sin precedentes. El programa emblemático “Igualdad de Género” de la Coalición Mundial para la Educación se esfuerza en abordar las dimensiones de género de la repercusión de la COVID-19 en la educación y en preservar los logros alcanzados en materia de igualdad de género en la educación.

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