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EDS, la revolución educativa

Necesitamos una transformación radical hacia un desarrollo sostenible y la educación es un poderoso facilitador de cambio en las mentalidades y las concepciones del mundo

Tras más de un año y medio de pandemia, deberíamos pensar en incorporar qué aprendizajes ha dejado esta crisis tan inesperada, para poder imaginar la viabilidad de un futuro más justo e inclusivo. Cuando hablo de aprendizaje en este proceso de introspección, no me refiero únicamente al mero hecho, casi mecánico, de asimilar conceptos, sino de detenernos a pensar cómo educar para prosperar. Empezar por cuestionar las bases del convencional esquema educativo en pos de la construcción de un nuevo paradigma focalizado en la Educación para el Desarrollo Sostenible (EDS).

El pasado 17, 18 y 19 de mayo, tuvo lugar en Berlín la Conferencia Mundial de la UNESCO sobre EDS, seguida en línea por más de 10.000 personas, en donde se compartió un marco con este enfoque para 2030. Se presentaron reflexiones claves sobre el rediseño de un mundo más sostenible y justo, más allá de la COVID19; y se identificaron, también, cuáles son las diferentes formas de aprovechar el poder transformador de la educación en la próxima década. La UNESCO ha pedido que la EDS sea un componente central de los sistemas educativos del mundo, en todos los niveles, para 2025.

Lo cierto es que el mundo ya vivía una crisis antes del COVID, que lamentablemente, empezábamos a naturalizar. Amenazas climáticas en ascenso, graves situaciones de vulnerabilidad social, con un especial énfasis en la infancia; altos índices de pobreza, marginal acceso a la educación; dificultades en el acceso a la salud, agua potable, pérdida masiva de biodiversidad, la contaminación, entre tantos otros aspectos. Estos retos, especialmente evidentes en América Latina y el Caribe, y agravados en el marco de la pandemia, requieren volver a examinar la compleja mezcla de cuestiones sociales y económicas, como la desigualdad, que están interrelacionadas con la causa y el impacto de estos problemas.

Necesitamos, entonces, una transformación radical hacia un desarrollo sostenible y la educación, justamente, es un poderoso facilitador de cambio en las mentalidades y las concepciones del mundo.

¿Qué implica entonces el nuevo paradigma EDS? Supone un modelo innovador de enseñanza que concibe el aprendizaje de un modo amplio e interactivo, con un estilo exploratorio, orientado hacia la acción. Es un marco pedagógico sólido que empodera tanto a docentes y estudiantes dotándolos de conocimientos, habilidades, valores y actitudes para tomar decisiones basadas en el conocimiento, adoptar medidas responsables y crear soluciones innovadoras a favor de un mundo más empático, en pos del bienestar de las y los ciudadanos del mundo.

El fin último es construir una sociedad más justa y pacífica, donde las actuales y futuras generaciones se empoderen, respetando y valorizando, al mismo tiempo, la diversidad cultural en la que se desenvuelve la vida.

Al finalizar la conferencia, más de 80 ministros y viceministros, y 2.000 especialistas en educación y medio ambiente se comprometieron a tomar medidas concretas para transformar el sistema de aprendizaje en pro de la supervivencia de nuestro planeta, adoptando la Declaración de Berlín sobre la Educación para el Desarrollo Sostenible. Se marcó un nuevo hito histórico en el compromiso de los Estados Miembros de la UNESCO y sus socios para promover la Educación para el Desarrollo Sostenible. Hemos dado un primer paso.

Desde nuestra oficina de UNESCO, la EDS es un tema medular que cuenta con la participación de todos los sectores, beneficiándose del accionar de todos los programas de la Organización, y considerando también los Sitios UNESCO de América Latina y el Caribe como grandes aliados en la promoción de este camino educativo transformador.

En este sentido, en las últimas semanas, lanzamos la campaña Trash Hack: Educación para el Desarrollo Sostenible, que involucra a los y las jóvenes de IberoMab en la promoción de iniciativas que permitan reducir el consumo de plástico y promover su reciclaje. En la misma línea, abrimos un intercambio entre docentes de escuelas ubicadas dentro de los Geoparques de la región, e investigadores vinculados a las Ciencias de la Tierra en contextos de interculturalidad.

A través del Programa Comprometidos, seguimos involucrando a jóvenes de América Latina y el Caribe como agentes de cambio, para que implementen ideas y soluciones innovadoras, sostenibles e inclusivas que mejoren el entorno de sus comunidades. Además, apoyamos a los Ministerios de Educación de Argentina, Uruguay y Paraguay en profundizar la EDS en los planes de estudios de todos los niveles educativos. Fortalecemos en esos países la formación docente sobre este tema, a la vez que tratamos de visibilizar iniciativas de EDS que promueve la sociedad civil.

Mejorar el abordaje de la educación actual, es perfeccionar el legado que le entregamos a las futuras generaciones. Es dar lo mejor de nosotros para que otros puedan dar lo mejor de sí.