Anónimo

SUDARIO DE PURUCHUCO, Epoca Pre-colombiana (periodo intermediario reciente, 1350-1450)
Tejido compuesto de ocho tiras estrechas tejidas y cosidas individualmente entre ellas en longitud.
212 x 136 cms
Fecha de entrada a la UNESCO
País de origen Perú
País que realiza la donación Perú
Donación hecha a la UNESCO por Perú con ocasión del 20° aniversario de la UNESCO.
© Photo: UNESCO/C. Bablin
Todos los derechos reservados

Este manto o mortaja, proviene de Puruchuco " Señor con sombrero de plumas ", nombre de un sitio arqueológico muy prolífico en la provincia de Lima, en Perú. 1 300 fardos han sido descubiertos en este lugar. El fardo es un tipo de sarcófago de tela utilizado generalmente para una o varias momias o para un simple "entierro simbólico". Compuesto por un número más o menos grande de tejidos blancos (de algodón o lana teñida) pintados o bordados, unkuns en plumas de loro y tramas de totora (planta acuática de América del Sur). El fardo corresponde a varios tejidos - como éste - unidos unos a otros para formar un relieve de forma cónica que envuelven uno o varios cuerpos momificados y sus ofrendas. Estos tejidos, además del cuerpo, contenían bolsas de coca con semillas mágicas, maíz, hojas de pacae, a veces, una piel de animal (zorro), un perro o un ave momificada, así como flautas de hueso o caña, joyas y otros ornamentos.

El manto presentado aquí es de la época precolombina (Período Intermedio Reciente, 1350-1450). Este tejido de lana y algodón se compone de ocho largas y estrechas tiras verticales tejidas independientemente y cosidas longitudinalmente entre ellas. Su trabajo refleja el virtuosismo y la complejidad del proceso del tejido. Los motivos constituidos por pequeños e innumerables rectángulos dispuestos en dameros se alternan con cuadrados sin decorado y unidos con hilos de algodón; una trama de hilo simple y rectángulos en dos o tres colores forman todo un motivo que junto a la cabeza estilizada de una serpiente o un pez de lengua bífida, adornan los cuadros. En ambos extremos del manto figuran tiras decorativas tejidas en tres colores (verde-rojo-azul, azul-rojo-blanco o castaño-rojo-blanco) con fondo amarillo. La franja exterior recoje la representación de unas aves extrañamente antropomorfos. La franja terminal también formaba parte integrante del tejido. En resumen podemos decir que la limitación del color valoriza el dibujo geométrico.

Este tipo de decoración esta asimilada a una ideología religiosa y social que llega hasta hoy en telas contemporáneas peruanas, mostrándonos así su modernidad. El manto que acompañaba la momia en el más allá, así como el dibujo del tejido, podían estar en relación con los demás objetos que acompañan el difunto.