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El rol de UNESCO frente a la erupción del volcán La Soufrière en el Caribe

El Programa Hidrológico Intergubernamental de la UNESCO en América Latina y el Caribe (PHI-LAC) está trabajando en territorio junto con la Central Water and Sewerage Authority de San Vicente y las Granadinas para garantizar la seguridad hídrica, amenazada por los flujos de lava, terremotos, las plumas de ceniza y la actividad sísmica tras las repetidas erupciones registradas, además de huracanes.

El volcán activo de La Soufrière, ubicado sobre el mar Caribe dentro del país de San Vicente y las Granadinas, entró en erupción en abril de 2021 por primera vez después de 40 años, alcanzando una nube de ceniza de 10 km hacia el cielo. Con más de 1200 metros de altura, el volcán generó una intensa lluvia de cenizas en los alrededores, perjudicando, incluso, a las islas cercanas e interrumpiendo el tráfico aéreo de la zona.

Las erupciones continuaron durante todo el mes de abril, sumándose a ellas constantes flujos de lava, terremotos, plumas de ceniza y la actividad sísmica. A principios de mayo, las explosiones disminuyeron, pero la actividad sísmica y el riesgo de lahares persistieron a raíz del incremento de las lluvias. Los penachos de ceniza y el dióxido de azufre, a su vez, llegaron lo suficientemente lejos como para afectar a las islas Barbados, Granada y Santa Lucía.

Este escenario complicó aún más el acceso al agua dulce en San Vicente que, de por sí, sufre la escasez especialmente durante la estación seca anual de seis meses, cuando el caudal de los ríos disminuye considerablemente. Los sistemas de agua se alimentan principalmente con agua de superficie. Las Granadinas carece de aguas superficiales y, además, tienen poca agua. Es por eso que allí se busca acceder a aguas subterráneas.

Frente a este complejo escenario, el Gobierno de San Vicente y las Granadinas cuenta con el apoyo del PHI-LAC para garantizar la seguridad hídrica, bajo la supervisión directa del hidrólogo regional Miguel Doria, especialista del Programa Hidrológico Intergubernamental de la UNESCO para América Latina y el Caribe. En cooperación con los expertos internacionales Sr. Henrique Chaves y Sr. Mauricio Vera Camiroaga, se llevarán a cabo una serie de estudios de las aguas subterráneas tras la erupción del volcán La Soufriere y sus posteriores impactos, con el objetivo de garantizar la seguridad hídrica en el territorio. “El gran tema es cómo asegurar la seguridad hídrica de Saint Vincent en el corto, medio y largo plazo, con volcanes, huracanes y cambio climático. Se debe ser positivo y optimista, pero consciente de los desafíos” señaló el Sr. Doria.

PHI-LAC que proporcionará apoyo técnico en la evaluación del impacto en los sistemas de agua dulce de San Vicente y las Granadinas, en particular a través de sus programas GRAPHIC e ISI. GRAPHIC (Groundwater Resources Assessment under Pressures from Humanity and Climate Change -GRAPHIC- project) tiene un historial de asistencia técnica a los países del Caribe ante desastres climáticos, como la evaluación de los recursos hídricos realizada tras el huracán Dorian en las Bahamas en 2019. La ISI (Iniciativa Internacional sobre Sedimentos) tiene como objetivo evaluar la erosión y el transporte de sedimentos a ambientes marinos, lacustres y embalses, así como la recuperación y conservación del agua, vinculando la ciencia con la política y la gestión.

La Central Water and Sewerage Authority (CWSA) es el organismo responsable de la captación, el tratamiento y la distribución de agua potable para usos domésticos, comerciales e institucionales. El suministro de agua de la CWSA procede de pequeñas tomas de agua de río y de tres manantiales. Cerca del 90% de los hogares están conectados a su sistema de suministro de agua en esta localidad.

Los impactos de la caída de cenizas volcánicas en los sistemas de agua de la CWSA han incluido: la afectación de la calidad de las aguas superficiales, el cierre del sistema de abastecimiento de agua durante varias semanas en algunos casos, y la explotación de fuentes de agua alternativas, concretamente los recursos de agua subterránea. Los pocos habitantes han desarrollado sistemas privados, que dependen principalmente de la recogida de agua de lluvia y de los pozos de sondeo.