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Foro «Educación postpandemia»

“La Oficina de Unesco en Quito, con representación para Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, a través del sector Educación, participó en el Foro la «Educación postpandemia»,, organizado por la Facultad Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador “

La Facultad Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador organizó un foro para hablar sobre la «Educación postpandemia », el día 21 de junio de 2023 en el Centro Información Integral Universidad Central del Ecuador con las ponencias de Milton Luna, coordinador nacional del Contrato Social por la Educación; Diana Castellanos, viceministra de Educación; Édgar Isch, docente de la Universidad, y Nicolás Reyes, oficial del sector Educación de la Oficina de la UNESCO en Quito. 

La decana de la Facultad, Ana Lucía Arias, dio la bienvenida al foro y destacó: “Debemos mirar y escuchar otras voces que permitirán el análisis y reflexión para la planificación estratégica de la educación postpandemia, en el marco de los 100 años de la facultad”.

Milton Luna planteó la necesidad de colocar a la educación dentro de las prioridades nacionales, atendiendo la situación de inseguridad que vivimos, que es una preocupación actual por el reclutamiento de estudiantes por parte de bandas de crimen organizado y por la expansión del narcotráfico. Señaló también que la pandemia causó la exclusión de más de 200 mil estudiantes del sistema educativo, por lo cual “Debemos garantizar el acceso a la educación y retener a los estudiantes para garantizar su progreso y promoción (…) Se puede aplicar una estrategia de educación artística para crear una cultura de paz. Reabrir las escuelas rurales y en las grandes urbes contar con escuelas cerca a la casa, lo cual impacta en la organización urbana, garantizando una mayor seguridad”. 

Adicionalmente, mencionó la importancia de fortalecer las capacidades de los docentes a través del apoyo integral de las universidades y la necesidad de construir un proyecto educativo consensuado de mediano y largo plazo, inspirado en las grandes demandas del momento actual para formar seres humanos comprometidos con valores y con la filosofía de los pueblos originarios y con el cuidado del ambiente. 

Diana Castellanos compartió los retos y desafíos postpandemia en el sistema educativo ecuatoriano para resolver la profundización de brechas que ocasionó la pandemia. El primer gran reto es el acceso a la educación, en especial para la población en situación de vulnerabilidad, la permanencia, la continuidad, rezago, abandono por periodos y la culminación.

 

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El segundo gran reto es la pertinencia de los aprendizajes, la pandemia evidenció la necesidad de repensar en los contenidos académicos para lo cual se está trabajando en el nuevo currículo nacional. Actualizar el modelo educativo y partir de un modelo de aprendizaje basado en competencias integrales que garantice una trayectoria educativa, centrada en quien aprende, con mayor autonomía y procesos formativos. Y aplicar un modelo multiétnico que dé autonomía en la implementación de sus modelos propios de aprendizaje a los pueblos y nacionalidades indígenas.

“Quienes nos dedicamos a la educación pensamos en proyectos de vida y oportunidades de cambio y de mejora en políticas de Estado y no de gobierno, plasmadas a mediano y largo plazo, porque la educación impacta a lo largo de la vida se las personas”, enfatizó.  

Asimismo, indicó que para cerrar brechas y garantizar el derecho a la educación debemos centrarnos en un proceso que acerque el sistema educativo a los estudiantes, mediante procesos de búsqueda activa para permitir el acceso. Generar entornos de educación en emergencias. La educación es lo último que debe cerrar y lo primero que debe abrir porque cerrar las instituciones educativas produce procesos de exclusión social. Igualmente, se debe reconocer que las herramientas tecnológicas sostuvieron la educación durante la pandemia, por lo cual debemos definir cómo aprovechar la tecnología para aportar los procesos educativos. 

Nicolás Reyes compartió los ejes de trabajo que se ejecutan desde el sector Educación de la UNESCO en cumplimiento del mandato de la Organización de liderar el ODS4 para «garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas».

 

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Destacó que la educación no es un privilegio, es un derecho humano por eso debemos promover una educación pública universal y de calidad (…) El panorama social actual presenta grandes desigualdades, América Latina sigue siendo la región más desigual del mundo. La educación requiere fuertes programas de protección social. Los indicadores de evaluación educativa son alarmantes. Por ejemplo, el 60 % de los estudiantes de 6to grado no logran comprender un texto sencillo. Debemos aplicar programas de alfabetización, de lectura, fortalecer las bibliotecas y fomentar la lectura. 

“No sólo debemos dotar de contenidos, hay otros problemas de fondo que afectan a la educación como la desnutrición crónica infantil y la violencia. El bienestar socioemocional y salud mental deben ser priorizadas para que el proceso de aprendizaje sea exitoso. El ámbito educativo no sólo es cognitivo, es también emocional y social. Recordemos que una función básica de la escuela es la socialización”, acotó.  

Durante la pandemia, el sistema educativo en Ecuador estuvo cerrado durante 91 semanas, lo cual ocasionó rezagos y pérdidas de aprendizaje.  Ahora, debemos enfrentar una generación entera afectada en su desarrollo integral. Las brechas educativas afectaron en mayor medida a la población más pobre: por ejemplo, solo uno de cada diez jóvenes pobres tiene acceso a la universidad. 

Mencionó que los retos de la respuesta educativa al Covid-19 plantean la necesidad de contar con conectividad y dotar de recursos educativos digitales. Estamos frente a una revolución digital, algo como fue la revolución industrial en su momento. El gran desafío es la universalización de la conectividad y contar con contenido educativo en las plataformas digitales, porque la mayoría del contenido que circula en internet no solo que muchas veces es de baja calidad, sino que incluso expone a los niños, niñas y niñas y adolescentes a contenidos que no son propios para su edad.  En este sentido, los medios de comunicación tienen la responsabilidad de aportar a la educación en el país y de transmitir contenido educativo. 

Para finalizar, mencionó que el documento «Reimaginar juntos nuestros futuros: un nuevo contrato social para la educación» de la UNESCO plantea una reforma radical no solo de la infraestructura educativa y de los temas de acceso sino también sobre las metodologías y pedagogías que estamos utilizando en las aulas. “Necesitamos una educación que fortalezca los vínculos sociales, proteger el planeta y para generar mayor empatía social”, concluyó. 

Édgar Isch destacó que «la educación nos humaniza, es un derecho humano porque está ligado a la dignidad humana, igual que todos los derechos; entonces, yo creo que no hay que buscar educación de calidad sino educación digna, educación que responda al derecho humano». 

 

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Planteó que el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales establece que para cumplir con el derecho a la educación debe haber disponibilidad; es decir, instituciones y programas de enseñanza en cantidad suficiente en el ámbito del Estado. Se necesitan más aulas, más docentes y, por tanto, más recursos. La Constitución del Ecuador establece que se debe destinar el 6 % del PIB a la educación y esto no se cumple. El segundo elemento es la accesibilidad asociada con la no discriminación. Accesibilidad económica que no es solo la gratuidad de la educación, hay otras dificultades de carácter económico social que afectan a los estudiantes y que se manifiestan por ejemplo en una brecha tecnológica que no es más que una brecha de clases sociales. Y esa brecha se expresa en un 30 % de desnutrición crónica en la infancia en el país.  El tercer elemento es la aceptabilidad, la forma y el fondo de la educación deben ser pertinentes, adecuados culturalmente y de buena calidad. El cuarto factor es la adaptabilidad, la educación ha de tener flexibilidad necesaria para adaptarse a las necesidades de sociedades en constante transformación. Me alegra que se señale que es necesaria la autonomía real del sistema de educación intercultural bilingüe, administrada bajo los principios culturales propios, porque si es otra cultura se requiere otra educación. 

“Hay que hacer una transformación educativa vinculada con la transformación de la sociedad; por tanto, tenemos que tener claro cuál es el proyecto de país que queremos alcanzar. Debemos dar prioridad a la educación basada en capacidades humanas, que van a servir no para un trabajo o un empleo particular sino para la vida de manera integral como seres sentipensantes que somos. Y cuando digo integral significa hacer algo que hacemos muy poco: reforzar el arte y reforzar el deporte. Reforzar lo cognitivo y lo relacional humano. Estamos planteándonos una educación con contacto social, priorizar la educación presencial”, manifestó.  

Luego de las intervenciones, se abrió un espacio para comentarios de los asistentes y para plantear preguntas a los panelistas, quienes llegaron a consensos sobre la necesidad de lograr una transformación educativa que se debe construir de manera participativa.

La UNESCO felicita esta importante iniciativa de la Facultad de Filosofía, Letras y Ciencias de la Educación de la Universidad Central del Ecuador y reitera su compromiso de aportar de manera permanente para el cumplimiento de los objetivos comunes en materia de educación. 

Enlace para ver el video del foro: https://fb.watch/lkvYiUXXvg/

 

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