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UNESCO acoge una diversidad de perspectivas en los sectores creativos para las políticas de la IA
"No somos antitecnología. Pero, estamos en favor de las personas. Y la tecnología debe estar al servicio de las necesidades de las personas, y no al revés". Estas fueron las palabras de Duncan Crabtree-Ireland, Director Ejecutivo Nacional y Negociador Jefe de SAG-AFTRA, con motivo del debate de alto nivel de la UNESCO sobre el impacto de la inteligencia artificial (IA) en la industria audiovisual, que tuvo lugar el pasado 19 de octubre en la sede principal de la UNESCO.
El evento, Film Sector on the Frontlines, reunió a partes interesadas del sector cinematográfico y expertos en IA de todo el mundo para exponer una diversidad de perspectivas, a la vez, sobre los retos y las oportunidades que procura la IA en los sectores de la cultura y de la creatividad. Más de 1.000 personas se inscribieron para asistir en línea y en persona.
Haciéndo eco a las recientes huelgas de escritores y actores estadounidenses y de un creciente movimiento en el sector creativo de todo el mundo, los ponentes expresaron tanto su entusiasmo como su preocupación por el rápido desarrollo de la IA. Se hizo un llamado colectivo a la información necesaria sobre la utilización de la IA para dar un consentimiento explicito, por la transparencia, por la remuneración justa de los autores y personas en el sector creativo, así como por la inclusión y la diversidad, para de esta manera obtener y asegurar una mejor regulación de la IA en los sectores creativos.
En su discurso de apertura, Duncan Crabtree-Ireland subrayó que debemos dar prioridad a abordar las ramificaciones de la IA pensando en el impacto de éstas en la sociedad humana. Afirmó que hay que proteger a las personas del puñado de grandes empresas que quieren maximizar sus beneficios a costa de los trabajadores.
Otros ponentes, entre ellos el aclamado cineasta Michel Gondry y Sarah Dearing, Secretaria de la Afiliación Internacional de Gremios de Escritores, señalaron el reto de la posible devaluación del trabajo humano, la creatividad humana y la capacidad de los creativos para ganarse la vida con su trabajo.
"Nuestros miembros trabajarán a través de la negociación colectiva, el desarrollo de contratos, la presión política... todas las herramientas a nuestra disposición... para asegurarnos de que cualquier inteligencia artificial que se desarrolle se utilice como una herramienta para los escritores y no como una sustitución de su contribución.Esta es la clave".
Otra cuestión clave debatida por los ponentes fue la diversidad y la representatividad artistica. El director, productor y guionista Joseph Mc Ginty Nichol ("McG") subrayó la creciente capacidad de los jóvenes creadores para producir efectos visuales capaces de competir con la calidad de los estudios. Cristóbal Valenzuela, cofundador y consejero delegado de Runway, añadió que las herramientas de IA pueden, en efecto, ayudar a democratizar el acceso al cine, reducir costos y potenciar la actividad artística, pero que estos logros se ven empañados por preocupaciones de igualdad. Ángeles González-Sinde, galardonada guionista y directora de cine, señaló que los algoritmos pueden poner en riesgo que el público sólo tenga la posibilidad de descubrir historias convencionales. Yvonne Muinde cuestionó además la autenticidad y el acceso global de la IA. Aunque la IA puede mejorar el acceso para algunos, otros grupos están actualmente excluidos.
Si tecleas cualquier cosa que tenga que ver con algo 'otro', o de un espacio diferente, por ejemplo, 'artista africano sentado junto a un ordenador' y te sale un artista africano en la pobreza, sentado junto a la destrucción. Estos prejuicios y estereotipos se ven agravados por la IA.
Vea nuestra breve serie de entrevistas con el panel de expertos.
La Dra. Mathilde Pavis, experta jurídica internacional en propiedad intelectual, concluyó que es fundamental aprovechar las nuevas y crecientes oportunidades que la IA ofrece a la creatividad. Hizo un llamamiento para que se establezca una normativa armonizada internacionalmente que regule su uso en las industrias culturales y creativas.
Las recomendaciones del debate destacaron la necesidad de que la UNESCO y otras organizaciones internacionales elaboren directrices y normas internacionales inclusivas y participativas, centradas en el ser humano y garantes:
- Consentimiento: los artistas y profesionales de la cultura deben ser informados del uso de sus obras para el entrenamiento de modelos generativos de IA y dar su consentimiento;
- Remuneración justa: los artistas y profesionales de la cultura cuyo trabajo sea utilizado por herramientas de IA generativa deben ser remunerados y sus derechos de propiedad intelectual deben estar protegidos;
- Transparencia: los usuarios de herramientas de IA generativa deben conocer las fuentes utilizadas para crear los contenidos que solicitan, sobre todo para evitar plagios involuntarios. Del mismo modo, deben indicarse claramente las obras generadas mediante IA;
- Diversidad cultural: los modelos generativos de IA deben ser entrenados y corregidos para evitar perpetuar prejuicios y estereotipos y garantizar que se produzcan y difundan historias o imágenes diversas y representativas.
Para la UNESCO, estos debates son extremadamente útiles, ya que nos permiten tener la diversidad como punto de partida, y asegurarnos de que podemos acompañar mejor a los países cuando se trata de la cuestión de la protección de los artistas y, por tanto, de la protección de la diversidad cultural.
En 2021, la UNESCO elaboró la primera norma mundial sobre ética de la IA, la Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial, en la que la cultura figura como un ámbito específico de actuación política.
La histórica Declaración de MONDIACULT 2022 se basó en los continuos esfuerzos de la UNESCO para apoyar una transición digital justa y equitativa para el sector creativo, que incluyó el desarrollo de Principios para la regulación de las plataformas digitales y el establecimiento de un grupo de reflexión de expertos sobre la diversidad de las expresiones culturales en el entorno digital, que se reunirá en 2024 y 2025.
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