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Federación de Rusia

La economía de la Federación de Rusia (Capítulo 13) sigue dependiendo en gran medida del petróleo, el gas, los metales y los productos químicos y agroalimentarios. En lo que respecta a los conocimientos científicos y la tecnología se sigue observando un desajuste entre la oferta y la demanda.  

Desde 2015 las intervenciones del gobierno en esos ámbitos han patentizado su voluntad de afrontar los desequilibrios estructurales. Esto se ha traducido en la adopción de 13 proyectos nacionales de gran envergadura centrados en la colaboración entre la ciencia y la industria, dotados durante un sexenio con fondos por un valor total de unos 26 billones de rublos (un billón de dólares a paridad de poder adquisitivo, aproximadamente) y previstos para ser finalizados en 2024.  

Entre las áreas prioritarias del Proyecto Nacional para la Economía Digital figura el desarrollo de la IA y de las tecnologías cuánticas. Este proyecto lo complementa la Estrategia Nacional para el Desarrollo de la Inteligencia Artificial que abarca el periodo 2020–2030.  

En el Proyecto Nacional para la Ciencia se otorga prioridad al desarrollo de instalaciones de megaciencia y a la creación de una “nueva geografía” de la ciencia rusa, con el establecimiento de centros de investigación y de formación de categoría mundial en una serie de regiones seleccionadas. El gobierno también es consciente de la necesidad de fomentar una cultura de la innovación en las estructuras estatales, que se logrará implantar impartiendo cursos de formación especializada y estableciendo procedimientos estratégicos de selección.  

Una serie de empresas energéticas importantes se han adherido al Proyecto Nacional para la Ecología, invirtiendo en el desarrollo de tecnologías verdes. La utilización de fuentes de energía renovables se ve obstaculizada, sin embargo, por la gestión centralizada del sector energético, la carestía de los precios al consumo y el clima frío del país. No obstante, cabe señalar que en el periodo 2015–2018 el consumo de carbón y petróleo experimentó un leve descenso.  

Ante la disminución del número de investigadores, el gobierno cumplió en 2018 su compromiso de subirles los sueldos. Esta medida ha contribuido a atraer a la profesión a más investigadores de menos 39 años.  

El Ártico es una región estratégica no sólo para la Federación de Rusia, sino también para Canadá, China, los EE.UU. y la Unión Europea, lo que le convierte en un eje central de la diplomacia científica. El Acuerdo para el Fortalecimiento de la Cooperación Científica Internacional en el Ártico, firmado por la Federación de Rusia y otros siete Estados de la región tiene por finalidad, entre otros objetivos, fomentar la inclusión de los conocimientos tradicionales e indígenas.  

  • Gráfico 13.1: Tendencias socioeconómicas en la Federación de Rusia 
  • Gráfico 13.2: Financiación y ejes centrales de los proyectos nacionales de la Federación de Rusia (2019–2024)  
  • Gráfico 13.3: Tendencias del gasto en investigación en la Federación de Rusia  
  • Gráfico 13.4: Tendencias de los recursos humanos en la Federación de Rusia  
  • Gráfico 13.5: Tendencias de las publicaciones científicas en la Federación de Rusia  
  • Gráfico 13.6: Tendencias de la innovación en la Federación de Rusia 

     
  •  Recuadro 13.1: La ciudadanía rusa tiene en alta estima la profesión de investigador  
  • Recuadro 13.2: El Ártico, nueva frontera para la diplomacia científica