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Inteligencia Artificial en Costa Rica: justicia, ética e inclusión para no dejar a nadie atrás

La Inteligencia Artificial (IA) llegó para quedarse.
Artificial intelligence

La Inteligencia Artificial (IA) llegó para quedarse. No solo hablamos de Chat GPT o de programas para diseñar presentaciones y resumir documentos, hablamos de la más alta tecnología aplicada a todas las áreas de nuestras vidas: la medicina, la seguridad, la alimentación, la educación y el mercado laboral, entre otras.

La Inteligencia Artificial puede ayudar a fortalecer la resiliencia frente a desastres naturales, diseñar edificios eficientes en energía, mejorar la producción de alimentos, adelantar diagnósticos médicos y ayudar en la investigación científica.

Sin embargo, la tecnología digital no existe en un vacío: tiene un potencial enorme para producir cambios a mejor, pero también puede reforzar y magnificar las brechas existentes y agudizar las desigualdades económicas y de otro tipo si no logramos que funcione bajo los parámetros de la ética, la equidad y la inclusión para todas las personas por igual.

Sin reglas efectivas, hay riesgo de que la IA cree nuevas desigualdades y amplíe las ya existentes. No hace falta buscar mucho para encontrar ejemplos de sistemas basados en IA que reproducen prejuicios sociales injustos.

En los últimos años, las personas investigadoras han documentado varios casos de algoritmos de inteligencia artificial sesgados. Entre ellos, algoritmos de predicción de delitos que señalan injustamente a personas afrodescendientes y latinas por delitos que no han cometido, así como sistemas de reconocimiento facial que tienen dificultades para identificar con precisión a las personas con ciertas características físicas.

El despliegue de tales tecnologías sin marcos éticos puede llevar a la manipulación de comportamientos, exacerbación de las desigualdades, profundización de los sesgos, fomento del extremismo y la radicalización, daño a la diversidad y erosión de los derechos humanos y las libertades fundamentales sobre las que se construyen las sociedades democráticas.

El uso público de la IA debe estar asentado en una sólida base ética. En 2020, el Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, publicó una hoja de ruta para la cooperación digital que aborda la forma en la que la comunidad internacional puede aprovechar mejor las oportunidades que ofrecen las tecnologías digitales y, al mismo tiempo, hacer frente a sus retos.

El llamado es a conectar, logrando el acceso universal, seguro, inclusivo y asequible al Internet para todas las personas en 2030. Es un llamado a respetar los derechos humanos, que sí existen en la vida virtual y digital y que deben ocupar un lugar central en el uso y aplicaciones tecnológicas. Es también una oportunidad para proteger a todas las personas y especialmente a las que se encuentran en situaciones más vulnerables, mitigando los daños en línea y las crecientes amenazas a la seguridad digital.

En 2021, encomendado por sus Estados Miembros, UNESCO desarrolla el primer instrumento normativo mundial en forma de Recomendación sobre la Ética de la Inteligencia Artificial” adoptada por los 193 Estados Miembros de la organización. Este documento establece un estándar global para la IA, que se basa en valores y principios éticos clave para su desarrollo y uso. Además, ofrece orientación detallada sobre cómo aplicarlos en una amplia gama de áreas políticas que están siendo transformadas por la IA, como la gobernanza de datos, el medio ambiente, la igualdad de género, la economía y el trabajo, la cultura, la educación y la investigación.

A través de su Ministerio de Ciencia, Innovación, Tecnología y Telecomunicaciones (MICITT), Costa Rica ha asumido el compromiso de impulsar su estrategia de IA de acuerdo con la “Recomendación sobre la ética en la inteligencia artificial” de UNESCO. De esta manera, Costa Rica se convertirá en el primer país de Centroamérica en tener una política de IA.

La IA aporta grandes beneficios a la era digital, pero también puede afectar la seguridad y la libertad de acción de las personas usuarias de todo el mundo. Es necesario fortalecer la cooperación internacional para desarrollar y utilizar la IA de una manera respetuosa con los derechos humanos, segura y sostenible, y para promover la paz.

Desde Naciones Unidas seguiremos apoyando al país en su camino para promover, desarrollar y usar la IA con este enfoque ético y de justicia para que nadie se quede atrás.

Autora y autor:

Allegra Baiocchi

Coordinadora Residente ONU Costa Rica

Alexander Leicht

Director de la Oficina Multipaís de la UNESCO en San José Representante de la UNESCO para Costa Rica, El Salvador, Honduras, Nicaragua y Panamá