Mangal Bahudwar stupa

Historia

La estupa de Mangal Bahudwar reabre sus puertas a los devotos y visitantes

Inscritos en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, los monumentos culturales del Valle de Katmandú se vieron seriamente dañados por el catastrófico terremoto que sacudió Nepal en 2015.

El sitio formado por el conjunto religioso de Swayambhu, donde se halla uno de los edificios budistas más antiguos del Valle, sufrió deterioros muy graves.

El seísmo provocó el derrumbamiento total de la estupa (“caitya”) de Mangal Bahudwar, conocida también por el nombre tibetano deTashi Gomang, que quiere decir “la morada de los múltiples nichos votivos”. Construido en el siglo XIX con un estilo arquitectónico único en su género, este edificio sepultó bajo sus escombros decenas de miles de estupas en miniatura y centenas de objetos artísticos religiosos.

En colaboración con las comunidades locales del sitio, la Federación para la Gestión y Conservación de Swayambhu y el Departamento de Arqueología de Nepal, la UNESCO procedió en un primer momento a evaluar los destrozos aplicando al mismo tiempo medidas urgentes de salvaguardia. Posteriormente, fue necesario realizar un inventario de las esculturas y objetos votivos enterrados bajo los cascotes.

Para ello se fotografiaron y catalogaron más de 100.000 miniestupas (“tsha-tsha”) y centenares de valiosos objetos sagrados –estatuas de piedra, perlas talladas en piedras semipreciosas, miniestupas en bronce, monedas de oro, un relicario, etc. – que tras ser restaurados se fueron depositando progresivamente en la estupa a medida que avanzaba su reconstrucción.

La reedificación de este monumento no hubiera sido posible sin la cooperación ejemplar entre los expertos de la UNESCO, los especialistas del Departamento de Arqueología de Nepal y los estudiantes voluntarios de la Universidad Tribhuvan de Katmandú, y tampoco sin el fervor de los artesanos, albañiles y sacerdotes (“buddhacharyas”) de la comunidad local de Swayambhu, plenamente entregada a la tarea de restaurar su patrimonio cultural. Asimismo, tuvo una importancia decisiva la ayuda financiera prestada por la Fundación Cihang de la provincia china de Hainan y la Fundación Fok Ying Tung de Hong-Kong.

Las obras de reconstrucción fueron acompañadas por dos ceremonias religiosas que dan fe de la pervivencia del patrimonio espiritual nepalí: el ritual de perdón denominado Kshyama Puja, que se ejecutó al comienzo de los trabajos; y el ritual Jeev-Nyas Puja, con el que se celebraron el final de la restauración del monumento y el retorno de la deidad a la estupa.

El monumento ha vuelto a ocupar el lugar central donde se erguía en el sitio de Swayambhu. Para los sacerdotes y toda la comunidad local, el fin de las obras representó el anhelado retorno a la normalidad de una vida diaria en la que las tradiciones ancestrales y las prácticas rituales están omnipresentes, y en la que el patrimonio cultural monumental está íntimamente ligado al patrimonio inmaterial. Miles de devotos y visitantes pueden ahora transitar libremente por Swayambhu para venerar la estupa o contemplarla, mientras que grupos de monos, moradores habituales del sitio, vuelven de nuevo a corretear por los múltiples nichos del santuario.