En nuestro presente latinoamericano donde el acceso a la cultura y su aprendizaje continua en vías de alcanzar su máxima democratización, muchas veces nos encontramos con limitantes en el acceso a derechos tan importantes como el de la cultura.
Ya sea por inequidades territoriales o económicas, no siempre todas y todos los estudiantes tienen la capacidad de recibir formación artística y acceso a experiencias culturales durante su formación.
El barrio “Casavalle” ubicado en Montevideo es una de las tantas localidades que hoy en día se encuentra haciendo frente a esta problemática gracias a una iniciativa que apoya el acceso a educación musical en las aulas de las escuelas de esta zona de la capital del Uruguay.
“Me gustaría venir después de la escuela a estudiar” comenta una estudiante de la Escuela N° 178 “Martin Luther King”, emocionada por empezar un proyecto que desafía el contexto vulnerable del barrio: “Música en Apoyo a los Procesos Educativos”.
Esta estudiante, como 2000 más a los que se pretende llegar, son el fin en sí mismo de este proyecto territorial que busca que niños y niñas accedan por primera vez a la posibilidad de aprender música con profesionales en el área y obtener un instrumento para llevar ese aprendizaje a la práctica.
Este proyecto les abre puertas para que fuera del horario escolar sigan aprendiendo y divirtiéndose a través de la cultura y educación.
“Música en Apoyo a los Procesos Educativos” es llevado adelante por la Administración Nacional de la Educación Pública (ANEP), el Sistema de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles del Uruguay y el programa “Un Niño, Un Instrumento” del Sodre.
Tiene un alcance de once escuelas de la región norte de la ciudad de Montevideo y busca seguir expandiéndose a otras escuelas de contextos vulnerables.
Un proyecto que se divide en dos etapas: la primera transcurre dentro del horario escolar en donde los niños y niñas hacen su primer acercamiento mediante la iniciación a la música, para luego pasar a la siguiente etapa donde asisten a talleres optativos en horario extracurricular, donde tienen el emocionante desafío de crear su propia orquesta y coro juvenil.
Cuenta con el apoyo del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y la Fundación ReachingU.
destacó el Director de la Oficina Regional de UNESCO Montevideo, Ernesto Fernández Polcuch.
Y la motivación de estos estudiantes prende con la llama de la música de tal forma que fortalece el vínculo de la institución con la comunidad, haciendo más amplio aún el proceso de enseñanza-aprendizaje tradicional.
Este entusiasmo se evidencia con los mismos testimonios de estudiantes, que demuestran el impulso hacia adelante ante esta nueva oportunidad de aprendizaje. “Me encantaría venir más seguido” dice un niño luego de comentar que el violín era su instrumento favorito y, denotando la dedicación que los profesionales han depositado en este proyecto, el niño comenta que es “la primera vez y me gusta mucho la profe, me enseñó mucho y viene con muchas ganas de enseñarnos”.
El vicepresidente del Sodre, Claudio Aguiar, hace alusión al proyecto diciendo que el objetivo es “darle más oportunidades y que puedan crecer para hacer un Uruguay mejor”.
Con esta frase de estandarte, se alzan banderas de esperanza. Esto solo es posible con la voluntad de un barrio, docentes haciendo un trabajo de hormigas e instituciones que actúan como agentes de cambio, buscando transformar la realidad, pero este gran barco se mueve sólo con la sonrisa de niños y niñas uruguayos.
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